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¿QUÉ ES VIVIR?

Elena Gangoso

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Trescientos cincuenta y cuatro días han pasado ya desde la aparición de la Covid- 19 y con ella un antes y un después en nuestras vidas. Trescientos cincuenta y cuatro días desde que los comercios y la restauración cerraban sus persianas, con la incertidumbre y la desesperación de qué sucedería en las próximas semanas. Asimismo, las universidades anunciaban un sistema totalmente virtual, expropiando así, toda la presencialidad de sus centros. 

 

Actualmente los jóvenes universitarios se encuentran en un punto muy diferente al del 16 de marzo de 2020; a diferencia de esta, estos están realizando un sistema de presencialidad y virtualidad a la vez. Hoy por hoy, hay muchos estudiantes que defienden la idea de un sistema completamente virtual. Parece ser que, para algunos, este sistema les ofrece una comodidad inexistente en la presencialidad. 

 

El pasado 20 de noviembre la OMS advirtió que La Covid-19 está afectando a los servicios de Salud Mental en la mayoría de los países. Bajo mi punto de vista, considero vital la presencialidad en los centros universitarios. Cuando hablamos de presencialidad, en cierta manera nos referimos a salir, conocer gente nueva, observar, experimentar, en definitiva, vivir. 

 

La estancia en la Universidad es catalogada como una de las mejores etapas de la vida de una persona. 

La Universidad supone un gran crecimiento, tanto a nivel académico como a nivel personal. Si rompemos
la barrera del cara a cara, nos quedamos con una superficialidad fría, totalmente virtual. Actualmente, vivimos en un sistema donde la tecnología, cada día obtiene un papel más importante. Con la aparición de las redes sociales y los infinitos nuevos aparatos tecnológicos, queramos o no, estamos inmersos en este nuevo mundo virtual. La Universidad es uno de los pocos ámbitos que nos ofrece mucho más que estar detrás de una pantalla. 

 

La socialización siempre está en el orden del día de los seres humanos y más si eres universitario/a. La presencialidad nos da la oportunidad de conocer a muchísima gente, de hablar, de tomar decisiones, y, sobre todo, de crecer. No tiene nada que ver estar presente en un sitio y poder poner en marcha tus cinco sentidos a estar sentado en un escritorio viendo las horas pasar. 

 

Internet es un mundo deslumbrante, nos hipnotiza con su inmediatez, pero no debemos olvidar que nosotros somos seres existentes, que estamos presentes en este mundo y que solo disfrutaremos si descubrimos con nuestros propios ojos qué es vivir. 

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